Francisco Salvador, médico internista e infectólogo del HCUA: “Estamos enfrentando un aumento sostenido de los casos de diabetes en la región”

Según cifras del Ministerio de Salud, en Chile una de cada diez personas sufre esta enfermedad, que es capaz de afectar seriamente la calidad de vida si no se controla.

El informe de enfermedades no transmisibles del Ministerio de Salud (2022), da cuenta que la población de personas diabéticas en el país alcanzó un 12,3%, mucho más de lo presupuestado para esta década. La mala alimentación, el sobrepeso y la falta de ejercicio, sumada a la poca consciencia que aún existe sobre esta enfermedad, ha provocado que Chile lidere el ranking a nivel latinoamericano.

En el contexto de las actividades de conmemoración del Día Mundial de la Diabetes, el médico internista e infectólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta (HCUA), Francisco Salvador, se refirió al rápido avance de esta enfermedad en el país.

Salvador es fundador y presidente del comité de ética de la Corporación Pro-ayuda al Paciente Diabético, que desde 2017 presta apoyo a personas que sufren esta compleja patología, que es capaz de afectar seriamente la calidad de vida de quienes la padecen, si no es contralada a tiempo.

¿Qué es la diabetes?
Es la enfermedad endocrinológica más frecuente en el mundo, que se produce por el desbalance en la producción de insulina respecto a los requerimientos del organismo. En algunos casos el páncreas deja de producirla y en otros, pese a que produce insulina, esta es ineficaz para regular el nivel de azúcar en el organismo. En general podemos decir que existen dos tipos de diabetes, la tipo 1, que es cuando el páncreas produce poco o casi nada de insulina y afecta mayoritariamente a jóvenes, en general menores de 30 años. Y la tipo 2, que tiene que ver con la manera en que el cuerpo procesa el azúcar en la sangre, por lo que se relaciona con la obesidad y sedentarismo y se manifiesta en edad adulta.

¿Cómo impactó la pandemia el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad?
Yo diría que la diabetes es una pandemia en sí misma. Hoy estamos enfrentando un aumento sostenido y preocupante de los casos, que se explica por varios factores. Por un lado durante la pandemia de covid hubo una disminución en el control de los pacientes, porque muchos tenían miedo de salir o quedaron sin atención, pero además aumentó el sedentarismo y gran parte de la población tuvo una alimentación desfavorable. Lo que más nos preocupa es que los pacientes que estamos viendo hoy están muy descompensados y muchos llegan con casos muy complejos de pie diabético. Creo que va a pasar harto tiempo que hasta que todos los pacientes vuelvan a los controles y los podamos tener compensados.

¿Cuáles son los principales síntomas?
Los pacientes con diabetes tipo 1 pueden tener excesiva sed (polidipsia), visión borrosa, orina frecuente y abundante (poliuria) y apetito exacerbado (polifagia). Estos síntomas también son comunes a una diabetes tipo 2 diagnosticada tardíamente. En casos excepcionales no existen síntomas en los pacientes.

¿Existen factores de riesgo?
La obesidad, dislipidemia, que son los niveles elevados de colesterol o grasas (lípidos) en la sangre, así como el sedentarismo y la hipertensión arterial son los factores que contribuyen a padecer diabetes, aunque uno de los factores de riesgo más importante es el genético. Un hijo de padre y madre que padecen diabetes tipo 2, podría ser una persona con diabetes. El tema es que si durante toda su vida esa persona tiene una alimentación sana, hace ejercicio, mantiene un peso, puede que recién ese desbalance se produzca después de los 75 años, por lo que no alcanzará a generar daño en sus órganos. En resumen, es una enfermedad multifactorial, en que la genética está influida por factores ambientales.

¿Qué complicaciones padece un diabético?
La intoxicación del organismo con la hiperglicemia (exceso de azúcar en la sangre) puede afectar a los vasos sanguíneos, los que, al estar inflamados por el alto nivel de azúcar, acumulan colesterol en sus paredes. Esto hace que se vaya comprometiendo la circulación. Hay alteraciones microvasculares de vasos sanguíneos grandes, como la enfermedad coronaria y vascular periférica, que predispone a infartos, accidentes cerebrovasculares y disminución de la circulación en las extremidades, principalmente en los pies, pudiendo llevar a la pérdida de la extremidad. Pero también puede afectar los vasos sanguíneos pequeños (microcirculación), como los que existen en la retina (retinopatía diabética), los riñones (nefropatía diabética) y los nervios periféricos. Esto, sumado al daño directo de sustancias derivadas de la glucemia mantenida (sorbitol), destruyen el recubrimiento de los nervios, generando la neuropatía diabética, que puede ser dolorosa o manifestarse como pérdida paulatina de la sensibilidad al dolor. Por eso muchos pie diabéticos llegan con cuadros graves por infecciones de las cuales no se percataron hasta que comprometen mucho tejido.

¿Cómo se controla la diabetes?
La tipo 2 puede controlarse en un primer momento con hipoglicemiantes orales, que tienen distintas funciones, como secretar más insulina, regular su producción y preservar las células pancreáticas. Otros mejoran la sensibilidad a la insulina, y también están los que regulan la glucemia, provocando la eliminación del exceso de glucosa en la sangre a través del riñón.

¿La diabetes se puede curar?
En casos excepcionales, sí. Por ejemplo, trasplante doble de riñón y páncreas en paciente con diabetes tipo 1. Y en algunos casos de obesidad mórbida, con cirugía bariátrica o by pass gástrico podría tener una remisión, pero si la persona vuelve a subir de peso, recaerá. Está muy avanzado el trasplante de células beta (que producen la insulina), pero por el momento no es un procedimiento estandarizado.

¿Qué tipos de cuidados debe tener un diabético?
Principalmente una dieta o plan alimentario, con consumo de una cantidad de hidratos de carbono adecuados a su peso y requerimientos, control de niveles de glucemia, colesterol en la sangre y mantener una presión sanguínea adecuada. Para esto, los controles médicos son fundamentales.

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Nuevos médicos especialistas se preparan en la UA para ejercer en la región

La Facultad de Medicina de la Universidad de Antofagasta inauguró el Programa de Especialidades Médicas, con la participación de autoridades regionales y universitarias.

Tras dos años de funcionamiento el Programa de Especialidades Médicas de la Universidad de Antofagasta comenzó un nuevo periodo lectivo, sumando a su tradicional oferta de postgrados disponibles en la macro zona norte, las especialidades de Medicina Interna, Psiquiatría Adultos y Cirugía General.

La iniciativa es parte del proyecto “Capacitación Desarrollo de Capital Humano Avanzado a Través de la Formación de Especialidades”, código BIP 30488818-0, iniciativa financiada por el Gobierno Regional a través del Fondo de Innovación Regional, FIC-R, y cuenta con la participación estratégica del Servicio de Salud Antofagasta.

La Facultad pionera en estudios de postgrado en el norte del país cuenta con una vasta trayectoria en la formación de especialistas en el área de la salud, con a lo menos 10 generaciones de egresados en Pediatría, Radiología e Imagenología, Obstetricia y Ginecología.

Según explicó el rector de la UA, Dr. Marcos Cikutovic Salas, la ampliación de la oferta responde a la autonomía que deben tener las universidades regionales para formar médicos especialistas en sus propios territorios, de manera de no depender de Santiago.

“Por eso es clave que desde las instancias centrales y la Gobernación Regional colaboren, no solo con recursos, sino que también con la gestión de estos desafíos, para concretarlos mediante el desarrollo de capital humano capaz de atender las patologías que tienen mayor prevalencia en la macro zona norte, como el cáncer, y al mismo tiempo innovar e incluir nuevas especialidades que tengan que ver con enfermedades emergentes”, afirmó el rector.

En este contexto, la autoridad universitaria manifestó el compromiso de la UA con la formación de nuevos especialistas. “Abriremos la carrera de Química y Farmacia con especialidades asociadas a la farmacología y potenciaremos nuestro Hospital Clínico para brindar más atención, para lo cual estamos trabajando en proyectos que nos aseguren financiamiento por periodos largos. Ofrecemos Medicina, Odontología, Nutrición y Dietética, Fonoaudiología, Terapia ocupacional y pronto Química y Farmacia. Con eso cubriremos todo el espectro, en un campo clínico propio que nos permite ampliar las capacidades de nuestros estudiantes para acortar las listas de espera desde la academia, con especialistas que se queden a ejercer en la región, lo que nos sitúa como referentes de otras facultades de medicina de la macro zona norte”, aseguró el rector Cikutovic.

Por su parte, Ricardo Díaz, gobernador de la Región de Antofagasta, destacó el trabajo de la UA en la formación de profesionales de la salud, su campo clínico y las tres nuevas especialidades que sumaron este año financiadas por el FIC-R.

“Una realidad de nuestra región es que a gran parte de los especialistas chilenos que se forman en otros lugares les cuesta mucho venir a vivir a nuestras comunas. Por eso es muy relevante que la formación que se da en la Universidad Antofagasta también permita la especialización en distintas áreas médicas. El proyecto del Hospital Clínico de la Universidad Antofagasta busca acercar la labor académica y de formación en medicina a la comunidad y, por lo mismo, nos interesa ir apoyando la formación de nuevos especialistas. Sabemos que aquellos especialistas que se forman en la región se quedan en su gran mayoría, por eso hay que incentivar este tipo de proyectos”, agregó el gobernador.

Sello regional

Karina Díaz, jefa de proyecto FIC, explicó que este año sumaron más especialidades a partir de un estudio que arrojó las principales brechas en salud, considerando también nuevos agentes patógenos.

“Nuestro sello regionalista tiene que ver con patologías que son más relevantes en la zona y con la interculturalidad. Hay que entender que las patologías cambian según la región o el país, y además la llegada de pacientes de otras nacionalidades nos exige ser respetuosos de esta interculturalidad que estamos viviendo. Por ejemplo, la enfermedad de chagas no existía en Chile y volvió, por eso hoy el examen es obligatorio en el control de embarazo, pese a que estaba totalmente controlado y erradicado”, planteó.

La profesional además destacó el aporte que hace la UA en conjunto con el Gobierno Regional para formar capital humano especializado con esta nueva mirada. “Debemos avanzar en la formación de especialistas, con profesionales que sepan responder a las nuevas necesidades de salud de nuestra macro zona norte, preparados para brindar una atención digna y de calidad con una mirada intercultural y de equidad de género. Ese es el desafío de nuestra Facultad, tanto para nuestros estudiantes de pre grado y de postgrado”, concluyó Karina Díaz.

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