Verónica Callejas Espinoza, Matrona Hospital Clínico Ua. Docente UA – Diplomada en Piso Pélvico y Sexualidad Humana-Candidata a Magister salud Pública
En esta oportunidad, quiero invitarles a reflexionar sobre un tema generalmente tabú, que nos cuesta abordar y conversar abiertamente. Porque hablar sobre sexualidad nos cuesta bastante, nos sentimos avergonzados, habitualmente sonrojados y en el peor de los casos, no hablamos del tema. Esto nos ocurre, porque hemos crecido en el oscurantismo conservador y reservado, donde hablar de sexualidad es mal visto y nos han inculcado que “esos temas” solo los tocan las personas dedicadas a la profesión más antigua del mundo. Pero estamos en otros tiempos, actualmente no solo exigimos hablar de sexualidad sin tapujos, sino además exigimos Educación Sexual Integral.
Pero ¿qué quiere decir Educación Sexual Integral?, que incluya Derechos Sexuales y Reproductivos, con enfoque de género, que sea inclusiva, no discriminatoria, que contenga aspectos cognoscitivos, físicos, emocionales, sociales y culturales, sin perpetuar estereotipos.
Otro debate en este ámbito es ¿quién es responsable de la Educación Sexual?, algunos piensan que la familia, otros la escuela y hay quienes consideran al Estado como responsable de la Educación sexual. En mi opinión, es una responsabilidad compartida entre todos quienes componemos nuestra sociedad. El marco legal con el que contamos en nuestro país, la ley 20.418 donde se establece el derecho de todas las personas a recibir información y educación sobre la regulación de la fertilidad, centrado principalmente en prevenir embarazos adolescentes e infecciones de transmisión sexual, sin embargo, esta normativa adolece de la amplitud necesaria para zanjar inequidades en salud. Como todo en esta vida, quien tiene el dinero suficiente podrá acceder a mejores prestaciones en salud, tendrá acceso a información apropiada, materiales didácticos como libros o incluso acceso a internet.
Por lo anterior, es de vital importancia de iniciar temprana y progresivamente programas de Educación Sexual Integral, donde se puedan generar debates, porque no siempre estaremos todos de acuerdo, sin embargo, debemos generar conocimiento basado en evidencia científica y propender a la reflexión en la comunidad.
Si eres responsable de educar a un niño/a o adolescente, puede ser que no tengas todas las respuestas o herramientas para responder preguntas relacionadas con el tema, te comento que puedes buscar materiales educativos como “Guía de educación integral para familias del primer ciclo básico” y “Sexualidad, autoestima y prevención de embarazos adolescentes”, ambos materiales de APROFA.